Maison Duomo

Ubicados en el sexto piso de un edificio histórico, los apartamentos Arlecchino y Vesuvio se encuentran a pocos pasos de la Via Duomo del siglo XIX, una de las calles con la mayor densidad de museos en el mundo. Edificios importantes, la imponente Catedral y 8 (ocho) museos, que van desde la arqueología hasta el arte sacro, desde el barroco hasta lo contemporáneo, representan el escenario único que ofrece esta arteria que conecta el centro de la ciudad con el mar. Otro encanto lo brindan los talleres artesanales y las boutiques de vestidos de novia, testigos de la antigua artesanía napolitana. El apartamento está ubicado en una posición central y estratégica, justo en el centro histórico (declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1995), a pocos minutos de la estación de metro de Nápoles, LÍNEA 1, declarada por el periódico británico THE DAILY TELEGRAPH y CNN como la más hermosa de Europa. También está a pocos pasos de Corso Umberto I, una animada calle de compras de calidad, donde nos adentramos en el Borgo Orefici, donde la tradición y el arte orfebre napolitano continúan. Está a 10 minutos a pie del Decumano histórico, que aún muestra la disposición griega de la ciudad, y del Puerto de Nápoles con su terminal de transbordadores, que conecta la ciudad con las rutas marítimas y la exploración de las tres islas del Golfo y más allá.

Nuestros huéspedes podrán sumergirse en un viaje impregnado de religiosidad, historia antigua y sabores a lo largo de la Via Duomo.. el acceso al Decumano Superior, el antiguo corazón de Neapolis. Cruzamos la Piazza San Gaetano (donde es posible degustar el licor napolitano "limoncello" y los dulces típicos), la antigua ágora griega, luego el foro romano, un centro social hasta el siglo XV. Descubrimos la identidad urbana de la plaza y quedamos cautivados por el esplendor de la arquitectura de las iglesias de San Lorenzo Maggiore y San Paolo Maggiore. Del presente a un pasado de más de dos mil años: la presencia de la ciudad en las excavaciones arqueológicas de San Lorenzo. Continuamos a lo largo del Decumano, entre talleres artesanales, cafés con antiguas tradiciones y suntuosos palacios hasta llegar a Via San Gregorio Armeno: inmersos en una multitud animada, la historia continúa en los magníficos portales de los palacios, en la riqueza de las tiendas de antigüedades y en los contrastes entre el ruidoso mundo exterior y las silenciosas iglesias claustrales.

Y luego nos encontramos con la artesanía artística de San Gregorio Armeno, donde los rostros de los famosos "pastores" evocan vida y religiosidad, siempre maravillosamente suspendidos entre lo sagrado y lo profano, e incluso la representación de un pueblo en busca de sí mismo y de su propia representación, sumergiéndose en su propia introspección no solo en los aspectos cotidianos de la vida, sino también en los espirituales, tocando sus profundas raíces paganas. La técnica artesanal crea un laboratorio de imaginación popular que, aunque se adhiere a figuras antiguas como las de las "almas que sufren", está lista para recibir nuevas que se vuelven significativamente parte de ella. Al llegar a la Piazza del Gesù, al final del antiguo Decumano, la ciudad cuenta su historia a través de las iglesias de Gesù y Santa Chiara, con huellas góticas, signos renacentistas y exuberancia barroca.