Nuestro objetivo es recibirles con gusto y motivarles a abrazar toda la maravilla que nos rodea.
Nuestra antigua casa de piedra es un lugar acogedor, donde se siente el calor de generaciones pasadas. Justo afuera de la ventana, el río fluye invitándoles a relajarse y dejarse acunar por su melodía. Cada día, el sol, la luna y las estrellas les saludan calurosamente. La Naturaleza nos abraza desde cada rincón, haciéndonos sentir parte de ella y ofreciéndonos la oportunidad de reconectarnos con nosotros mismos.
Somos un establecimiento de gestión familiar y nuestro servicio incluye alojamiento y desayuno. Además, a solicitud, también estamos disponibles para ofrecerles paquetes adicionales que les brindarán experiencias únicas para descubrir nuestra rica herencia paisajística, cultural y gastronómica local.
En el desayuno no puede faltar el fragante pan toscano recién horneado que voy a comprar al pueblo por la mañana temprano.
¡Siempre hay también una torta mía! ¿Quieres aprender a hacer una torta de desayuno? ¡Hazla conmigo!
En verano, hago el yogurt yo misma, de lo contrario sirvo el clásico en vasitos.
¡La crema de chocolate y avellanas para untar (¿has entendido el nombre?) nunca falta!
¡Mermeladas hechas por nosotros en porciones individuales!
2 tipos de cereales, galletas, jarra de leche y té verde, café y sobres de té, ¿falta algo?
A veces también sirvo ricota fresca u otro queso del valle para disfrutar con la mermelada.
Cuando está madura, también la fruta de nuestras plantas.
Una cosa hermosa del desayuno es el diálogo que se establece entre los invitados, intercambiando información sobre itinerarios, lugares para visitar, restaurantes, creando un ambiente cálido y familiar.