El barrio de Castello es el corazón vibrante de Cagliari y representa el testimonio medieval más significativo de la ciudad, tanto desde el punto de vista histórico como artístico y arquitectónico. Situado en una colina a unos cien metros sobre el nivel del mar, también es el más panorámico de los cuatro barrios históricos de Cagliari. Fundado por los pisanos en el siglo XIII, Castello fue fortificado con murallas, torres y baluartes, tras la decisión de trasladar allí el poder civil, militar y religioso, después de la destrucción de Santa Igia, la antigua capital del Giudicato de Càlari. Este acontecimiento marcó el final del reino judicial y el comienzo de una nueva era para Cagliari. Desde entonces, el barrio ha mantenido su papel central durante las dominaciones pisanas, aragonesas-españolas y piemontesas, con los palacios del poder y las residencias nobiliarias que han definido su identidad. Aún hoy, en lengua sarda, la ciudad se llama "Casteddu", un término que evoca precisamente el barrio de Castello. El prestigio de Castello ha permanecido intacto a lo largo del tiempo. Alberga instituciones de gran relevancia, como la Prefectura, la Sala del Concejo de la Ciudad Metropolitana, la sede de la Universidad de Estudios de Cagliari y la majestuosa Catedral. Además, aquí se encuentra la ciudadela de los museos, que contribuye a preservar y transmitir la memoria histórica de este lugar único.