Alberobello, un municipio en la provincia de Bari, es conocido por sus singulares viviendas llamadas trullos. La historia de esta fascinante ciudad de trullos se remonta a la segunda mitad del siglo XVI, cuando los condes de Conversano, los señores feudales locales, otorgaron permiso a los agricultores para construir un nuevo pueblo con casas de piedra seca, sin utilizar mortero. De esta manera, podían fácilmente demolerlas en caso de inspecciones reales (ya que los señores feudales debían pagar tributo al rey por la construcción de nuevos asentamientos). Los barrios más característicos en el corazón de Alberobello son el Rione Monti y el Rione Aia Piccola, ambos monumentos nacionales y reconocidos como sitios del Patrimonio Mundial de la UNESCO desde diciembre de 1996. En estos barrios, todos los edificios tienen la típica estructura de trullo y se utilizan como viviendas, tiendas, bares y restaurantes. Cada trullo está generalmente compuesto por una habitación cuadrada central que se conecta a través de arcos a la cocina y otras habitaciones. Muchos de los trullos se pueden visitar. Solo en el Rione Monti, que cubre un área de 15 hectáreas, se pueden encontrar más de mil trullos.